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El aislamiento térmico desempeña un papel fundamental en la eficiencia energética global de tu vivienda o edificio y en la consecución de temperaturas interiores constantes y fiables. En las casas, se utilizan muchos materiales para crear una barrera entre el clima interior y el exterior. Entre ellos figuran la celulosa, la lana mineral, el aislamiento de espuma de poliuretano y la fibra de vidrio. Sin embargo, en el caso de las ventanas y puertas, se emplean el marco, el tipo de cristal, los revestimientos especiales del vidrio, los espaciadores y los gases nobles para mejorar los valores globales de aislamiento térmico. Ya sea en el ático, en el dormitorio o en el salón, cualquier vivienda o proyecto puede beneficiarse de una mayor eficiencia y evitar la pérdida de calor.
Aislar térmicamente tu casa y tus ventanas tiene muchas ventajas. Entre ellas:
La transferencia térmica es inevitable cuando dos objetos de temperaturas diferentes entran en contacto. Piensa en sujetar una taza de café caliente con las manos frías. Las ventanas, puertas y ventanas mirador ganan y pierden temperatura de tres formas distintas:
La radiación solar desempeña un papel importante en la calefacción de los espacios habitables y de trabajo. La luz solar entra en el interior a través de los cristales y es absorbida por elementos como alfombras, cortinas y muebles.
Esta energía calorífica almacenada se libera más tarde lentamente, calentando el aire de la habitación. Un cristal especial garantiza que la radiación de onda larga (es decir, el calor) no salga al reflejarse en el interior.
Esto ayuda a mantener una temperatura constante y reduce el consumo en calefacción. Sin embargo, no afecta a la luz visible, que puede pasar de un lado a otro sin obstáculos. Se trata de conseguir un control solar y del ruido que mantenga el bienestar térmico del hogar con un acristalamiento que cumpla su función aislante evitando la rotura del puente térmico, también denominada rotura de puente térmico.
En el ámbito de las ventanas, los profesionales piensan en ventanas.es en relación con conceptos como cristales aislantes, cristales térmicos, piezas metálicas, de PVC, de madera, de piedra o de aluminio, ventanas de cristal...
Dicho de forma sencilla, el factor U es la cantidad de calor que un objeto transfiere de su lado caliente a su lado frío. Se expresa en W/m²K (vatios por m² Kelvin). Cuanto menor sea el valor, mejor será el aislamiento. Un factor U de 0,6 W/m²K en el vidrio térmico es uno de los mejores posibles hoy en día, seguido de valores U de 0,7, y superiores. Por ejemplo, el triple vidrio, suele producir factores U de entre 0,4 y 0,8 W/m²K
La diferencia entre las ventanas de vidrio simple (es decir, de un solo vidrio) y las modernas dobles y triples es tan grande que hoy en día el vidrio simple es extremadamente raro e incluso no está permitido en muchos lugares. El cambio a dos y tres paneles de vidrio puede reducir la pérdida de temperatura en un 20 % o más y mejora drásticamente el aislamiento de una vivienda.
¿Qué es el valor G? El valor G es un indicador de la cantidad de energía solar (radiación infrarroja) que se deja pasar a través de una parte concreta de un edificio. Por lo tanto, un valor bajo indica que una ventana permite la entrada de un porcentaje muy bajo de calor solar.
Esto puede ser positivo en climas muy cálidos, pero no en los más fríos. En invierno, con menos sol, el valor U será superior al valor G. Cuando se dispone de suficiente sol, tanto el valor G como el valor U serán elevados.
En este caso, sin embargo, el valor U más alto y algo peor es en realidad mejor. No hace falta insistir en la importancia de ahorrar en aire acondicionado apostando por un tipo de vidrio con aislamiento acústico y baja emisividad.
Si tienes dudas sobre el tipo de ventana que te conviene, el vidrio aislante transparente o de color, la estanqueidad de la cámara de aire, el hueco entre la cubierta y la ventana o el laminado, estamos a tu disposición.
El valor R es el indicador de la resistencia térmica. Es decir, la capacidad de la energía para pasar de las zonas calientes a las frías a través de materiales como el aislamiento, las paredes, las ventanas y las puertas. Cuanto mayor sea el valor R, más impedirá el material la transferencia térmica.
El valor R de un material se basa en su resistencia a la conducción, así como en su grosor. Tomemos el ejemplo de las acampadas. Si dormimos directamente sobre el suelo frío, nos enfriaremos rápidamente.
Sin embargo, dormir sobre una esterilla hace más difícil (debido al mayor valor R) que el frío se transmita del suelo al cuerpo.
Dicho en pocas palabras, para el aislamiento de las ventanas, es bueno que el valor R sea alto. Los valores U bajos son buenos y un valor G equilibrado es el mejor para la mayoría de los climas.
También somos especialistas en elementos metálicos o de plástico capaces de frenar la radiación solar paliando el efecto de los rayos. Por si fuera poco, el vidrio laminado es tan resistente como fácil de limpiar, pues no acumula tanto polvo, además de ofrecer una baja transmitancia térmica y, por tanto, protección solar.
Los acristalamientos aislantes deben instalarse siempre de forma que el cristal o vidrio no entre en contacto con el marco. Para conseguirlo, se suelen insertar separadores de vidrio especiales.
En el caso del acristalamiento en seco, las juntas se sellan con un material elástico. En cambio, para el cristal o vidrio húmedo, las juntas se sellan con un material que hace de tapón. Este material sigue siendo elástico aun después de endurecerse. En el sellado de los bordes de los cristales, hay una sustancia como el sílice para absorber la humedad en caso de que fallen las juntas de las ventanas.
Si se acumula condensación en los laterales, pronto se formará condensación entre los cristales o vidrios. Llegados a este punto, será necesario sustituir los cristales termoaislantes. Un contraste térmico demasiado grande puede generar tensión y, así, provocar tensiones en el material y acelerar el proceso de desgaste.
Por estas razones, recomendamos exclusivamente la instalación profesional por parte de un técnico experto en lugar de métodos de automontaje. En cuestión de nivel aislante y térmico, nuestro vidrio no tiene techo.