Puerta trasera de acero Águilas

La puerta trasera Águilas es de acero robusto y, por tanto, ofrece la máxima protección simplemente por su material. Incluso los ladrones que quieran levantar la puerta de sus bisagras o destruirla rápidamente tendrán que desistir cuando echen un vistazo al núcleo de acero de la puerta a través del elemento central de cristal. Por otra parte, el elemento de cristal es tan grande que, con un acristalamiento transparente, permite una buena visión del exterior. Y, por supuesto, entra mucha luz natural a través del elemento de cristal.

• Hoja de la puerta de 56 mm de grosor, núcleo de madera de bajo consumo con revestimiento de acero
• Tres correas ajustables en dos direcciones y tres pernos de correa traseros
• Cerradura de seguridad de triple perno
• Umbral de aluminio de 18 mm
• Triple cristal de aislamiento térmico Satinato
• Cilindro de cierre de 31/50 mm
• Valor U_d: 1,46 W/m²K (marco de acero) / 1,3 W/m²K (marco de aluminio)

Las puertas traseras desempeñan la importante función de facilitar el acceso y, al mismo tiempo, disuadir eficazmente a los intrusos. Al fin y al cabo, las entradas traseras en zonas poco visibles, como el jardín o las calles laterales estrechas, pueden ser un blanco fácil para los intentos de allanamiento. Al mismo tiempo, el mantenimiento de las puertas traseras debe mantenerse a un nivel razonable. Son muy susceptibles a la suciedad, pero es mejor no tener hacerls un mantenimiento cada cierto tiempo. Por eso el PVC y los metales son el material ideal para las puertas traseras. Son extremadamente resistentes a las influencias externas y pueden limpiarse fácilmente con un paño húmedo y un producto de limpieza suave.

Las puertas traseras de acero se fabrican con manillas de acero inoxidable. Como alternativa, también puedes optar por un pulsador en el exterior, que aumenta aún más el nivel de seguridad de tu puerta. También depende totalmente de ti si la manilla se monta a la izquierda o a la derecha y si la puerta debe abrirse hacia fuera o hacia dentro. En espacios especialmente reducidos, por ejemplo, aún es posible aprovechar al máximo el espacio que tienes a mano. Y, si tu puerta trasera da a una zona en la que suelan aparcar bicicletas o coches, una puerta que se abra hacia dentro también te protegerá de los daños causados por una apertura descuidada.