Medir una puerta trasera
Mide tu puerta trasera de forma rápida y sencilla.
Arrastres molestos en el suelo, la puerta se tambalea sobre sus bisagras al cerrarse o hay una corriente de aire desagradable: una puerta trasera mal colocada se debe ajustar rápidamente para mantener su aislamiento térmico y su funcionalidad. ¿Por qué no ajustas tú mismo la puerta trasera para evitar tener que llamar a un técnico profesional?
Las bisagras de las puertas modernas están diseñadas para que puedas ajustar la presión de contacto, la altura y la profundidad adecuadas de forma rápida y sencilla con solo unas pocas herramientas y unas breves instrucciones.
Lista de herramientas
La elección de la herramienta adecuada es importante para poder ajustar la puerta sin lesiones ni pérdidas de material. Normalmente, no se necesitan muchas herramientas ni herramientas nuevas para el ajuste. Para ajustar la puerta trasera, se suelen utilizar tornillos de tamaño estándar. Por lo tanto, no es necesario comprar destornilladores y llaves Allen de mayor tamaño.
Antes de reajustar la puerta de entrada, debes hacerte una idea del problema. Estos problemas son comunes:
Problema que se presenta | Tornillo de ajuste que se puede utilizar |
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La hoja de la puerta se arrastra por el suelo | Tornillo de ajuste vertical |
La hoja de la puerta se tambalea en el marco (cuando la puerta está cerrada) | Tornillos de ajuste en el cerradero |
La hoja de la puerta no cierra bien (hay que empujar demasiado fuerte para cerrarla o se atasca) | Tornillo de ajuste horizontal |
La puerta no cierra bien porque la hoja de la puerta sobresale del perfil | Tornillo de ajuste horizontal |
La puerta deja pasar corriente de aire | Comprueba todos los ajustes |
Determinar el problema ayuda a poder ajustar la puerta trasera de forma correcta, rápida y sencilla. Dado que los tornillos de ajuste pueden variar de una bisagra a otra, conviene tener a mano las instrucciones de la puerta trasera y saber qué tornillo sirve para cada ajuste.
Una puerta trasera mal ajustada en altura puede ser la causa de dos de los problemas mencionados anteriormente. Si las puertas traseras están demasiado altas, sus propiedades de aislamiento térmico se pueden ver afectadas negativamente, ya que el aire caliente se puede escapar por debajo de la hoja de la puerta.
Con los sistemas de puertas modernos, que también están equipados con un carril de suelo, es necesario realizar un ajuste correcto con el fin de poder alcanzar el valor U especificado para la puerta trasera. Una puerta demasiado baja puede dañar el suelo y la propia puerta trasera. El ajuste funciona así:
El roce de la hoja de la puerta con el suelo suele estar relacionado con el hecho de que el suelo bajo la hoja de la puerta se haya hundido o levantado. Esto se puede comprobar colocando el nivel de burbuja en el suelo, imitando el curso de la hoja de la puerta con el nivel y prestando atención a posibles desviaciones.
Si tienes dificultades para cerrar tu puerta trasera o si notas una corriente de aire en el lado de cierre, hay que corregir el ajuste vertical (fig. 2). Esto se consigue girando el tornillo de ajuste vertical. En primer lugar, debes comprobar si la hoja de la puerta está desalineada en toda la anchura o si se atasca en el extremo superior o inferior.
Si la hoja de la puerta está desalineada de manera uniforme en todo el lateral, es aconsejable que recuerdes los giros realizados en una bisagra para poder realizar la misma cantidad de giros en la otra.
Consulta las instrucciones específicas de tu puerta trasera con el fin de saber qué tornillo se utiliza para realizar el ajuste vertical.
Puedes saber si la presión de contacto de una puerta trasera está ajustada correctamente por la forma en que se asienta la hoja de la puerta cuando está cerrada. Si la hoja se tambalea cuando está en la cerradura o si el resbalón solo encaja en la cerradura cuando se ejerce presión, se debe ajustar la presión de contacto (fig. 3). También hay un tornillo especial para ello en cada bisagra. Consulta las instrucciones de la puerta para saber dónde se encuentra. Si hay que emplear mucha fuerza para cerrar la puerta, la presión de contacto de la puerta trasera es demasiado alta. Si la puerta se tambalea, está demasiado baja.
Al ajustar las puertas traseras verticalmente, debes prestar mucha atención a los ajustes realizados para asegurarte de que la hoja de la puerta se asienta de manera uniforme. Suele haber marcas en los tornillos para poder controlar el ángulo correspondiente a las vueltas realizadas.
Si la puerta trasera se tambalea al cerrarse, esto también puede indicar un ajuste incorrecto del mecanismo de cierre y se debe rectificar para mantener las propiedades de aislamiento térmico de la puerta trasera. El cerradero se ajusta mediante dos tornillos de ajuste situados encima y debajo de la placa de bloqueo. Al girar el tornillo en la dirección en que se abre la puerta, la hoja queda más encajada en la cerradura. Al girarlo hacia el interior, el mecanismo de cierre cede más.
Una puerta trasera moderna solo puede cumplir la función deseada si todas las piezas del sistema están perfectamente ajustadas. Por lo tanto, es esencial que la hoja de la puerta encaje perfectamente para poder garantizar la protección prevista contra el robo y la pérdida de calor. El material de la puerta también se ve sometido a una tensión excesiva si se asienta incorrectamente y, por tanto, se debe sustituir antes.
Puedes ahorrar dinero al comprobar y reajustar la puerta, ya que no suele ser necesario recurrir a un costoso técnico profesional. Con instrucciones y herramientas comunes, los ajustes son fáciles de realizar y también pueden realizarlos sin complicaciones quienes no sean expertos.