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El coeficiente de transmisión térmica, denominado "valor U" o "factor u", determina la cantidad de calor que se transfiere a través de los distintos componentes del edificio. Dado que las ventanas constan de múltiples partes, cada una de ellas presenta su propio valor U. Por tanto, para calcular eficazmente el factor U de las ventanas, hay que considerar primero los valores de cada una de sus partes.
El aislamiento térmico es uno de los aspectos más importantes de cualquier obra nueva o remodelación, y no solo por razones de cumplimiento de la normativa de edificación. La energía perdida debido a un mal aislamiento puede llegar a reflejarse directamente en un aumento del gasto habitual en los costes de calefacción (por dichas pérdidas de energía desde el exterior). Por tanto, optimizar el aislamiento térmico no solo es una necesidad legal y reglamentaria, sino que también ayuda en el aspecto económico.
Debido a que es importante tener un buen factor U para una mejora de la eficiencia en cualquier estrategia de aislamiento térmico, este se ha vuelto objeto de investigación y de desarrollo continuos en la materia.
El vidrio aislante es uno de los productos de esta investigación. Presenta un índice U excepcional que solo es posible mediante la combinación eficaz de los distintos componentes utilizados. Sin embargo, dado que las ventanas siempre están conectadas a elementos de la pared, dicho factor también es de gran importancia.
Un aislamiento insuficiente entre ventanas y paredes puede hacer que incluso la tecnología más avanzada resulte inútil, puesto a que la energía se pierde fácilmente a través de los puentes térmicos resultantes.
Sin embargo, hay otros componentes del edificio que también pueden causar pérdidas energéticas. Ni siquiera los valores más favorable pueden evitar la pérdida de temperatura resultante de puertas o marcos insuficientemente aislados que actúan como puentes térmicos.
La naturaleza de los marcos utilizados es tan importante para que las ventanas tengan un factor u suficientemente bajo como el tipo de acristalamiento empleado y la calidad de la instalación.
Por supuesto, las paredes de los edificios también deben aislarse suficientemente. El hueco de la ventana (superficie de la abertura que da hacia dentro) es otro aspecto importante de toda estrategia de aislamiento térmico. Para evitar los puentes térmicos, esta parte del edificio también se debe de identificar y aislarse profesionalmente.
Cada parte utilizada en el montaje de las ventanas modernas tiene su propio valor U, y se emplea un tercer término para referirse específicamente al valor U de la ventana en su totalidad.
Valor U para ventanas completas | Valor U solo para el acristalamiento | Valor U solo para el marco |
Uw (w=ventana, del inglés window) | Ug (g=acristalamiento, del inglés glazing) | Uf (f=marco, del inglés frame) |
El valor U determina la cantidad de temperatura que se pierde a través de las ventanas por m2 en el transcurso de una hora con una diferencia térmica de 1 °Celsius. En consecuencia, los elementos que transmiten fácilmente el calor (como los metales) presentan un valor U más elevado y menos favorable que los aislantes. El valor U se mide en W/(m2K). En resumen:
El coeficiente de transferencia de calor de los marcos y el acristalamiento, según sus proporciones.
Según el certificado alemán de garantía de calidad DIN 4108, los materiales del "grupo 1" (como la madera, el PVC o el compuesto de madera y aluminio) suelen presentar valores U ≤ 2 W/(m2K).
En consecuencia, los marcos de las ventanas fabricados con estos componentes tienden a presentar peores valores U que los tipos más modernos de acristalamiento aislado.
El acristalamiento aislante puede ofrecer grandes mejoras del valor U a la función global de las ventanas. Un revestimiento de material que refleje los infrarrojos en combinación con gases utilizados entre las capas de acristalamiento puede mejorar el coeficiente de transmitancia térmica de las ventanas en un 50 % o más sin impedir la luz visual.
Por desgracia, los tipos especiales de acristalamiento de ventanas que combinan varios aspectos, como el aislamiento térmico, el aislamiento acústico o la protección antirrobo, no suelen ofrecer el mismo factor U que las ventanas con aislamiento térmico específico.
Las características de acristalamiento de aislamiento térmico con hasta tres lunas pueden alcanzar coeficientes de transmitancia térmica de 0,4 a 07, W/(m2K).
Aproximadamente el 30 % del factor U de las ventanas está constituido por la capacidad aislante del marco. Por ello, es posible que el mero cambio del tipo de acristalamiento instalado en las ventanas durante las reformas no mejore suficientemente el factor U de estas ventanas, ya que una gran parte de
las mejoras introducidas en el acristalamiento serían inútiles debido a los puentes térmicos creados por el marco menos aislante. Al renovar las ventanas, siempre hay que tener en cuenta el valor U combinado de los marcos y el acristalamiento.
Los tipos de ventanas aislantes con varias lunas de cristal son muy eficientes en cuanto a su valor U. Una de las razones es que dos o tres lunas juntas aíslan mejor el calor que las ventanas de una sola luna.
Otra razón, sin embargo, es que los acristalamientos aislantes con varias lunas contienen rellenos de gas entre cada una de las lunas. Los gases utilizados proporcionan una transmitancia térmica inferior a la del aire, lo que hace muy improbable la formación de un puente térmico entre lunas individuales separadas por dichos gases, lo que repercute positivamente en el valor U de las ventanas construidas de este modo.
Los espaciadores empleados en la construcción de las ventanas modernas también son un aspecto importante de las propiedades aislantes de las ventanas. Los distanciadores fabricados con elementos que transmiten el calor, como el aluminio, pueden tener un impacto negativo en el índece U del elemento de acristalamiento.
Por eso, los distanciadores modernos suelen estar fabricados con PVC con gran poder aislante o acero de calidad, que presentan una menor capacidad de aislamiento que el aluminio. El sistema espaciador resultante suele denominarse "borde cálido".
Los acristalamientos aislantes que combinan varias lunas de vidrio pueden presentar un valor U de entre 1,1 y 0,4 W/(m2K). En cambio, los sistemas obsoletos de una sola luna han mostrado valores U de hasta 5,9 W(m2K).
Esta es la razón por la que el acristalamiento de una sola hoja está prácticamente obsoleto en los componentes de los edificios, y solo suele figurar como parte del diseño interior.
Otro punto que hay que tener en cuenta al estimar el índice U es la superficie de las ventanas y su elemento de acristalamiento. En general, las superficies más grandes aumentan el factor U, lo que afecta negativamente a la capacidad de aislamiento térmico de dichas ventanas.
Las ventanas y paredes contemporáneas se fabrican con diversos materiales que favorecen la conductividad térmica. Los marcos de las ventanas, por ejemplo, están disponibles en variantes de madera, PVC o aluminio.
También hay disponibles sistemas compuestos de madera y aluminio, que combinan las propiedades de aislamiento térmico y la estética visual de la madera con la robustez del aluminio ligero.
La madera se ha considerado durante mucho tiempo el mejor de todos los materiales aislantes del calor para las ventanas, aunque hoy en día se considera que el PVC es su equivalente, gracias al uso de métodos especiales de fabricación y diseño de marcos. Los marcos modernos de PVC pueden alcanzar fácilmente un valor U de 0,9 W/(m2K).
Obviamente, las paredes también deberían beneficiarse de los avances modernos. Para medir los valores de una pared, hay que tener en cuenta todos los elementos que componen la mayor parte de su estructura.
Esto significa que hay que considerar las partes internas y externas de la pared, así como el relleno aislante intermedio. Incluso el enlucido exterior influye en los cálculos del factor U; por eso hay enlucidos aislantes especiales tanto para paredes internas como externas. Estos enlucidos pueden aplicarse fácilmente durante las reformas.
Los enlucidos viejos, incluso potencialmente peligrosos, se arrancan fácilmente de las paredes y se cambian por enlucidos nuevos. Los edificios históricos son objeto de reformas de yeso especialmente frecuentes, ya que aplicar métodos modernos de aislamiento a paredes que no se construyeron originalmente con especificaciones de aislamiento térmico puede resultar frustrante.
El nuevo enlucido, fabricado con materiales aislantes, se aplica como capa inferior antes de aplicar la capa externa de enlucido. Dicha capa, por su parte, suele ser resistente a la intemperie y permite una independencia estética del aspecto del material aislante. Este método de enlucido es de especial importancia y necesario para los edificios históricos, ya que les permite conservar su forma original.
Mientras tanto, en los edificios nuevos, el método de aplicación permite un aislamiento térmico eficaz y, al mismo tiempo, un control total sobre la presentación visual de la fachada de la casa. Puede que la estética no sea esencial para ahorrar dinero en la calefacción, pero al fin y al cabo hace que un edificio sea acogedor.
La madera vuelve a ser el mejor aislante térmico como material de construcción de paredes, mientras que el hormigón sin aislamiento térmico adicional presenta un factor U especialmente alto.
El hormigón celular tratado en autoclave es un material especialmente eficaz cuyo índice U puede alcanzar incluso el valor medio proporcionado por la madera. El hormigón celular tratado en autoclave no es técnicamente un tipo de hormigón, ya que el material suele estar hecho de arena finamente molida y endurecida al vapor.
Dicho esto, este tipo concreto de hormigón es relativamente ligero y presenta una baja densidad, lo que lo convierte en un material ideal para paredes intenas o externas. A pesar de proporcionar excelentes valores, las capacidades de aislamiento acústico del material son inferiores a las de la mayoría de los demás materiales.
En zonas de tráfico especialmente intenso, deben tomarse medidas adicionales para garantizar un aislamiento acústico suficiente. Las ventanas con aislamiento acústico, por ejemplo, se pueden encontrar fácilmente en ventanas.es, proporcionando paz y tranquilidad en cualquier hogar.
El calor se desplaza naturalmente por sí solo, pero los propietarios deben tomar medidas para mantenerlo donde se necesita: en el interior de la casa. Aislar las ventanas y las paredes es un primer paso para lograr este objetivo.
Sin embargo, el hueco de la ventana (la superficie entre las paredes y las ventanas) debe aislarse para evitar la formación de puentes térmicos. Los materiales aislantes de calidad son capaces de mantener la temperatura en el interior de la casa, al tiempo que evitan la formación de mohos peligrosos.
Los puentes térmicos pueden crear zonas de baja temperatura en los alféizares, que pueden extraer agua del aire caliente circundante. Sobre todo en las zonas que no se ventilan con regularidad, esto puede provocar la formación de moho. Estos podrían incluso migrar a las paredes circundantes y suponer un riesgo importante para la salud de quienes vivan en el edificio.
Además, la eliminación del moho es un proceso especialmente costoso y que requiere mucho tiempo. Un buen aislamiento térmico de las ventanas y la ventilación periódica de las zonas de riesgo pueden evitar que se produzca una situación así. Esto también se aplica a los marcos, hojas y huecos de las puertas, ya que sus propiedades aislantes son muy parecidas.
La zona del tejado es de especial importancia para todo sistema de aislamiento térmico. Hoy en día, los elementos retardadores del vapor son una parte importante de cualquier construcción de tejados.
Los retardadores del vapor suelen estar hechos de láminas metálicas de PVC que se utilizan junto con otros componentes del aislamiento térmico instalados en un tejado. Estos retardadores se utilizan para evitar que la humedad del aire se acumule en las ventanas, aunque solo pueden funcionar sin impedimentos mientras un aislamiento térmico adecuado las mantenga calientes.
Si no es así, puede formarse la humedad usual. Se aplica el mismo principio a la construcción de ventanas mirador. Incluso los áticos sin calefacción se benefician de un sistema de aislamiento térmico que funcione bien, protegiendo al edificio y a sus habitantes de la acumulación de humedad.
Estas medidas contrarrestan eficazmente los costes de reformas de las ventanas instaladas en un tejado. Ignorar un aislamiento insuficiente de las ventanas mirador puede convertirse en un problema bastante costoso a largo plazo.
Para evitar la acumulación de agua y la pérdida excesiva de calor a través de las claraboyas, debe tenerse en cuenta el valor U de cada uno de los componentes antes de la instalación.
Para determinar el valor exacto de las ventanas, hay que tener en cuenta todos los materiales utilizados. Solo correlacionando todos los valores U individuales se puede estimar el índice U de tu ventana en su totalidad.
No hay ningún componente de una ventana que deba recibir más atención que los demás, ya que cualquier componente que presente un mal aislamiento repercutirá automáticamente en la capacidad aislante de toda la ventana.
Un trabajo diligente y unos sistemas de aislamiento térmico eficaces que empleen materiales de calidad son de suma importancia tanto en la obra nueva como en las reformas. A largo plazo, tanto el medio ambiente como tu economía personal se beneficiarán enormemente de la atención prestada a tu aislamiento térmico.
Los arquitectos y los constructores profesionales pueden calcular de forma fiable el factor U de tus ventanas, aunque, si entiendes los principios físicos de la transmitancia térmica, podrás utilizar la información disponible para estimar un índice por tu cuenta.
Aunque siempre es importante para cualquier propietario tener un resumen de todos los aspectos relevantes de su propia casa, en ventanas.es puedes encontrar una selección de agencias de construcción profesionales que te ayudarán en cualquier tarea de construcción.