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Los cierrapuertas basculantes permiten que las puertas se cierren automáticamente y, a veces, también asumen la función de amortiguación. Un cierrapuertas aéreo está, como su nombre indica, montado encima de la puerta y se encarga de que esta se cierre automáticamente. Estos sistemas de cierre se encuentran sobre todo en edificios de viviendas o edificios públicos donde hay mucho tráfico. Las personas por estas puertas suelen olvidarse de cerrarlas, por lo que el cierrapuertas aéreo se encarga de esta tarea. Esto supone un enorme ahorro de tiempo y, al mismo tiempo, evita que el escape de calor o la entrada de frío.
Un cierrapuertas aéreo sirve para cerrar automáticamente puertas de casa o de entrada después de haberlas abierto manualmente.
Este proceso hidráulico se produce por un movimiento ascendente de la hoja de la puerta por las superficies de rodadura de las bisagras de la puerta.
Según el modelo, se puede ajustar la velocidad de cierre y, opcionalmente, la amortiguación integrada.
La mayoría de los modelos de cierrapuertas aéreos pueden utilizarse tanto para puertas de apertura lateral derecha como para puertas de apertura lateral izquierda.
Un cierrapuertas aéreo se compone del cuerpo de cierre propiamente dicho y de un brazo que se fija al carril de guía superior o al varillaje.
El manguito de cubierta que rodea el cuerpo de la cerradura garantiza un aspecto limpio. Está disponible en varios diseños y puede adaptarse al gusto individual.
Los componentes individuales de los cierrapuertas aéreos de calidad suelen poder ajustarse individualmente para adaptar la puerta a los requisitos o condiciones del edificio. Por este motivo, los cierrapuertas aéreos tienen las siguientes funciones ajustables, según el modelo:
La velocidad de cierre de un cierrapuertas aéreo debe ajustarse según el ámbito de aplicación. Los edificios con mucho tránsito de peatones, como escuelas, aeropuertos u hoteles, no deben ajustar la velocidad del cierrapuertas demasiado rápido, pues de lo contrario aumenta el riesgo de lesiones.
El llamado tope final regula la velocidad de cierre de los últimos grados antes de cerrar. La resistencia potencial al aire puede corregirse en el último rango y garantizar un cierre seguro de la puerta.
También es aconsejable ajustar la amortiguación de apertura a esto. Las puertas que se abren con impulso se cierran suavemente mediante un sistema de amortiguación de apertura bien ajustado para evitar daños en la puerta, el marco o los peatones.
También se pueden montar topes de puerta independientes para el interior o el exterior, como limitación adicional del ángulo de apertura.
En las puertas de dos hojas, se puede ajustar el control de secuencia de cierre, que determina el orden en que se cierran las dos hojas de la puerta.
Gracias al retardo de cierre, la puerta también se puede retrasar considerablemente en su proceso de cierre. Especialmente para las personas con discapacidades, los cochecitos de bebé o las personas mayores, permite el paso seguro a través de la puerta. En residencias de ancianos u hospitales, este entorno es de gran ayuda.
Los cierrapuertas aéreos son útiles especialmente para puertas cortafuegos y de protección contra incendios. De este modo, se puede crear una protección eficaz contra el humo y el fuego, ya que el cierrapuertas aéreo garantiza que las puertas vuelvan a cerrarse después de cada apertura.
Los cierrapuertas de una puerta cortafuegos también están equipados con una función Freewheel que permite el cierre sin gran esfuerzo.
En caso de incendio o corte de corriente, la detección se anula y la puerta puede cerrarse automáticamente.
Una puerta de un edificio público debe estar equipada con un cierrapuertas con un par máximo de 47 Nm conforme a la norma DIN 18040 para edificios sin barreras.
Los cierrapuertas automáticos con retención electromecánica también deben cumplir los requisitos de la norma DIN EN 1155 para puertas cortafuegos y de protección contra incendios y no deben estar equipados con un enganche estándar.
Los cierrapuertas con varillaje o carril guía pueden complementar tanto las puertas de hoja izquierda y derecha como las de doble hoja. Por tanto, existe un tipo de montaje adecuado para cada situación:
Con el montaje de la hoja de la puerta, el cierrapuertas se monta en la hoja de la puerta y se coloca en el lado de las bisagras (bisagras visibles) o en el lado opuesto (bisagras no visibles).
El carril de deslizamiento se monta en el marco de la puerta en ambos casos. Sin embargo, en el montaje en el cabezal, el cierrapuertas se fija al marco de la puerta y el varillaje o carril de deslizamiento se monta sobre la hoja de la puerta.
Gracias a la placa de montaje suministrada, en la mayoría de los casos es posible un montaje sencillo.
Según la norma DIN EN 1154, el tamaño del cierrapuertas aéreo también debe elegirse siempre en función de la anchura de la puerta correspondiente, para poder adaptar a ella la fuerza de cierre regulable.
Para un peso de puerta de 20 kg con una anchura de hoja de máx. 750 mm, por ejemplo, se requiere el tamaño de cierrapuertas 1. Las puertas especialmente pesadas con un peso de 160 kg y una anchura de máx. 1600 mm requieren incluso el cierrapuertas más alto, del tamaño 7.
Los cierrapuertas también pueden reequiparse y ampliarse en distintas variantes. Desde elegantes placas de cubierta y carriles de deslizamiento hasta sistemas de abrepuertas, existe una gama de accesorios de calidad para los cierrapuertas aéreos.
Los dispositivos de abrepuertas son especialmente relevantes en este caso, ya que actúan como abrepuertas eléctricos para puertas cortafuegos pesadas.
Las hojas de la puerta pueden bloquearse en la posición deseada hasta que se cierren manualmente o, en caso de incendio, mediante el detector de humos integrado. Por tanto, además de un cierrapuertas de calidad, un sistema de este tipo también contiene un detector de incendios y un dispositivo de activación que procesa las señales emitidas por el detector de incendios.
Tanto en interiores como en exteriores, los edificios públicos o privados con alto nivel de tráfico de paso deben estar equipados con cierrapuertas aéreos para garantizar la seguridad de los transeúntes.
Las diversas opciones de ajuste también permiten un gran ahorro de costes de calefacción.
Además, ayudan a cumplir la normativa sobre puertas cortahumos.
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